Contenido del artículo
La nieve es impredecible, y más aún en pueblos de sierra como Puente de Génave. Por esto mismo resulta aún más importante estar siempre preparados, especialmente si cogemos el coche y no sabemos si tendremos que conducir cuando hay nieve y la carretera se vuelve complicada. Así que hemos recopilado algunos consejos para ir seguros y que ningún imprevisto nos pille de sorpresa.
Poner a punto el coche para el invierno
La mejor forma de no darnos un susto al conducir cuando hay nieve es llevar nuestro vehículo preparado para afrontar cualquier inclemencia meteorológica típica de estos meses.
Después del verano, los coches necesitan un poco de mimo y si es posible, una revisión. Es el momento de prepararlos para el frío y comprobar que después de todos los kilómetros que le hemos hecho en vacaciones, todo sigue funcionando correctamente.
- Algo que deberemos hacer para preparar el coche para el invierno es comprobar el estado de las ruedas. El dibujo debe estar perfectamente marcado y con la profundidad que marca la normativa (1,6 mm. En nuestro caso). Cuanto más gastada esté la profundidad de la banda de rodadura más patinará el coche con carreteras mojadas o con hielo.
- Comprobar la presión de los neumáticos también es importante para mejorar la conducción con nieve. Además ahorraremos combustible si la presión es la adecuada.
- Lunas, faros y pilotos deberán estar limpios de suciedad o escarcha.
- Rellenar el depósito de limpia-parabrisas con líquido especial anticongelante.
- Si vivimos en una zona en la que existe la posibilidad de nieve, o es habitual, deberemos llevar unas cadenas de la medida adecuada en el maletero para ponerlas en caso de emergencia. También existen para estas zonas unos neumáticos especiales, que ofrecen más agarre y seguridad que las ruedas convencionales.
- Si se viaja con probabilidad de nieve, se tendrán que llevar mantas, agua y alimentos energéticos en el coche por si toca esperar dentro a que el tiempo mejore.
Adaptar la velocidad para conducir cuando hay nieve
Si vas a conducir cuando hay nieve lo primero que debes tener claro es que es fundamental reducir la velocidad. De esta forma, si el coche patina en el asfalto, será más fácil corregir el movimiento y mantener el control del coche.
También es importante dejar más distancia de seguridad que lo normal, no abusar del freno y tirar más de la retención del motor para deceleraciones y bajadas. La distancia que se necesita para frenar cuando hay nieve en la carretera se multiplica por cuatro.
Ver y ser vistos en una carretera con nieve o niebla
Cuando nieva, lo normal es que las condiciones de visibilidad empeoren. Por eso, para i seguros sobre el volante y proteger también al resto de usuarios de la vía, es fundamental asegurarnos de hacernos visibles para los demás conductores.
Es obligatorio en estos casos llevar las luces de cruce encendidas y también pueden llevarse encendidos los faros antiniebla, delanteros y traseros.
Cambio manual o automático
Si tu coche es manual, evitarás perder adherencia en la nieve si circulas una marcha por encima. Mientras que la caja automática suele venir preparada con un modo especial en condiciones de menor adherencia en carretera. Este modo de conducción suaviza el paso de una relación a otra y también alarga el desarrollo.
Conclusión
Si no te queda más remedio que conducir con nieve, la principal regla de oro es hacerlo con toda la suavidad posible. Mirar más allá e intentar no perder la calma nos ayudará a conducir mejor y evitar peligros.
Cuando se conduce con nieve, la brusquedad al volante provoca una reacción indeseada. Lo ideal es planificar los viajes con tiempo y evitar siempre que sea posible tener que conducir en una carretera nevada.
0 comentarios